
El
peronismo, que surge en 1945, ha tenido una trascendencia a nivel mundial. Esto
ha sido ocultado porque se contrapuso a los intereses económicos del momento y
de ahora. Esta es la razón por la cual se ha mantenido como alternativa a
través del tiempo y también la causa de su vigencia.
Por esta
razón, el tema está en discusión. Desde una visión partidocrática, le asignan
al peronismo varias calificaciones, las cuales no terminan de definirlo por la
simple razón de que, desde una mirada eurocéntrica, es inexplicable. Tal fue
así que muchos intelectuales nuestros no lo entendieron. Tomemos los casos más
conocidos de Yupanqui y Cortázar. Ambos con una formación de izquierda;
Cortázar dijo en su momento que se iba de Buenos Aires porque los bombos
peronistas no le dejaban escuchar los violines de Béla Bartók. Años más tarde,
pasa por la Argentina cuando va a la asunción de Allende en Chile y dice que
esa frase “fue desafortunada” de su parte. Yupanqui, nunca adhirió al peronismo
y era simpatizante del Partido Comunista.
La
importancia del peronismo se pone de manifiesto por la discusión que se plantea
respecto a sus referentes y a sus instituciones. Respecto a los líderes, se
habla de ellos generalmente para desprestigiarlos; se dice que es clientelismo,
oportunismo, interés económico, etc. En verdad, todo esto es lo que nutre al
capitalismo financiero. El peronismo originario, y el que ha logrado
sobrevivir, no es eso; es precisamente lo contrario. Nace como un anticuerpo a
un sistema político-social de una época que causaba empobrecimiento y
desigualdades, rompiendo los lazos comunitarios que daban identidad y
sostenibilidad a un pueblo.
En general,
a todos los movimientos emancipatorios de América del Sur se los llamó
“populismos” de una manera despectiva. Esto es porque no se encuadraban dentro
de los parámetros europeos, que consideraban a la democracia como vara para
medir la legalidad de los gobiernos. El término “democracia” tiene su origen en
la Grecia antigua, en la ciudad de Atenas (siglo V a.C.), y es una combinación
de dos términos: *demos* (pueblo) y *Kratos* (poder); sería "poder
popular" o "gobierno del pueblo". Muchos de nosotros lo hemos
estudiado en la formación escolar. Nada más alejado de la realidad. Lo que
nunca nos dijeron es que esa democracia ateniense descansaba sobre las espaldas
de miles de esclavos.
Luego de
Grecia viene la expansión del Imperio Romano con la espada en la mano sostenida
por la cristiandad. Transcurre la llamada Edad Media hasta llegar al periodo de
la Ilustración en los siglos XVII y XVIII, en el cual pensadores como John
Locke, Montesquieu y Jean-Jacques Rousseau reutilizaron la palabra democracia.
En los siglos XIX y XX se consolidó la expansión de Europa a través del
capitalismo industrial, en donde los países del sur suministraban las materias
primas para ser elaboradas en Europa. Esto está bastante difundido hoy en día,
pero con solo la sustitución de importaciones no se soluciona la cuestión, pues
quedaría reducida a una visión economicista.
Volviendo
al tema del peronismo, este tuvo y tiene un rasgo distintivo respecto al
concepto de la democracia: el sentido comunitario. Esto es tomar a la población
como un todo, sin distinción de clases sociales, pues se entiende que cada uno
cumple un rol fundamental en la función del conjunto social: la comunidad. Las
diferencias de clases sociales son el resultado del capitalismo.
Lo que
sucedió a través del tiempo (los últimos cuatro siglos) es la disolución de la
organización originaria y su incorporación a un nuevo sistema de producción en
donde la distribución de la riqueza produce las funciones de cada uno. Como
vemos, el sistema democrático europeo occidental siempre ha sido funcional al
poder económico, pues él es el resultado del mismo.
El
peronismo tiene su trascendencia porque retoma la manera originaria de
organización del ser humano: la comunidad. Tal es así que uno de los escritos
con más trascendencia del General Perón se tituló “La Comunidad Organizada”.
Hay testimonios que dan cuenta del sentido comunitario en la manera de accionar
del peronismo en sus primeros años: el gobierno pedía a los habitantes de un
lugar que les hicieran llegar ideas de cómo realizar una acción. Esta es una
manera de gobernar a través del mandato de la gente. En el saber ancestral se utilizaba
esta frase, que después se hizo conocida en la palabra del Comandante Marcos:
“mandar obedeciendo”.
El
peronismo se nutrió del pueblo, y eso hace que perdure. Al estar expuesto a un
sistema “democrático” por occidental surgen las contradicciones internas dentro
del Partido Justicialista, este poder lo separa de la función originaria y pasa
a estar sometido a las demandas de la estructura de la modernidad; esto es, la
demanda de un Estado funcional a los intereses económicos que se contradicen
con la voluntad popular. Algo similar le pasó al radicalismo, que fue una
expresión política popular de principios de siglo y luego se transformó en un
partido político más. No así algunos de sus integrantes, que, manteniendo una
posición, formaron el FORJA que después se sumaría al peronismo. Una de sus
expresiones más destacadas fue Arturo Jauretche, quien fue director del Banco
de la Provincia en la primera presidencia de Perón.
Se habla de
que la burocracia ideal es la administración “menos mala”, según la sociología,
el poder se organiza y se legitima el modo “legal-racional”, basado en la
creencia en la legalidad de las normas y el derecho de los que ocupan cargos de
autoridad para ejercer el mando. Más allá que esto trajo la deshumanización y la
alienación aun es considerado el mejor sistema para el poder establecido. Este
punto es más largo de explicar, lo dejamos para otro momento. Una cosa que
debemos tener en cuenta es que en este momento en casi todas las universidades
del hemisferio sur se enseña una sociología que justifica la libertad
individual y beneficia al capitalismo occidental. El mundo financiero lo sabe
y, por tal razón, se mantiene esta enseñanza en nuestras universidades.
El
peronismo fue la irrupción popular que proponía, y aun propone, la superación
de esto aunque no se manifieste explícitamente en los referentes. Por esta
razón asistimos a un denodado debate sobre los dirigentes del mismo.
La
propaganda oficial habla de la “casta” como responsable de la crisis, pero
nunca de lo que está detrás manipulando a esta. Lo importante es tener en claro
al enemigo para poder llevar adelante una táctica y lograr la estrategia con su
derrota definitiva. Contra esto luchan los movimientos nacionales, con sus más
y sus menos, en toda Latinoamérica. El patrón de comportamiento es más o menos
el mismo, y el peronismo en este sentido fue referencial. Tal es así que, en
sus últimos años, Hugo Chávez, otro líder latinoamericano, tomó como referencia
al peronismo para implementar la autonomía de su región al señalar “comuna o
nada”. Este tipo de administración singular de América Latina y del hemisferio
sur se ha manifestado en los BRICS, asociación de países que tienen un modelo
de gobierno que confronta con el sistema occidental capitalista.
Esto hay
que tenerlo en cuenta pues, hoy con el surgimiento y consolidación de los BRICS
tenemos una ventaja geoestratégica, estos han debilitado sensiblemente la
influencia de occidente capitalista. Es el primer socio comercial de América
Latina.
El sistema
patidocrático ha logrado, en parte, instalarse dentro del peronismo, una de las
características es que se hacen concesiones para llegar al poder. Estos
renunciamientos están postergando su función principal, lo que ha lleva a
terminar en manos del poder establecido, como fue el periodo de 1989 a 1999, y
las dificultades de Alberto Fernández 2019-2023.
La historia
dirá si el peronismo sigue siendo una expresión comunitaria en donde se
manifiesta el pueblo o se convierte en un partido político más. Esta disyuntiva
está presente hoy. Los peronistas que son dirigentes y están en cargos públicos
destacados están a merced de la influencia del aparato mediático que construye
propósitos falsos en la población. Otra cuestión es la vapuleada clase media, muchos
de ellos que festejaron la caída de Perón en el 55 no sabían que estaban
vitoreando a quienes, 20 años más tarde, matarían a sus hijos.
Todos
estamos expuestos a la influencia mediática, de un bando u otro. No se puede
opinar desde “un no lugar”, porque no hay neutralidad. La trampa es que te
hagan creer que tienes que estar en un bando: a la derecha o a la izquierda.
Esa es la trampa. El verdadero lugar se oculta. Ese lugar es la comunidad, que
permite tener lazos afectivos que fomentan la unión y la hermandad.

No hay comentarios:
Publicar un comentario