miércoles, 22 de enero de 2014

Un dirigente, en ultima instancia, obedece lo que representa, de lo contrario se suicida



"un traidor es un hombre que dejó su partido para inscribirse en otro. Un convertido es un traidor que abandonó su partido para inscribirse en el nuestro". frase de Clemenceau aplicable a la realidad politica del presente argentino, con la novedad  de que si  bien esta práctica, era frecuente en el pasado en lo  que Peron llamo la "partidocracia" opositora. Lo preocupante es que ahora esta siendo aplicado por ciertos  sectores del aparto de nuestro Gob Nac. es   decir  nutrirse  dentro del mismo circulo vicioso en que se mueve la partidocracia.
Nos guste o no en ultima instancia el verdadero sosten del Peronismo siempre  fue y lo sigue siendo los  trabajadores a  traves de sus organizaciones representativas. No  asi los "barones del conourbano", claro que con excepciones  como el Barba Gutierrez razón no casual por su origien sindical metalurgico en la historica UOM que en la movilizacion del 27 de junio de 1975 hecho a Lopez Rega del poder.
Bien claro lo tenia Martinez de Hoz  cuando señalo que para  acabar con el Peronismo habia que  acabar con las  fabricas.
En tanto nuestra politica nacional defienda la industria nacional (1) y por  ende la fuente de trabajo y su mas  justa retribucion, mantendremos como respaldo de  ese gran sector dinamico de los nuevos trabajadores sindicalizados, que en las horas cruciales no se  equivocan y saben el lugar en donde deben pararse.

1. A los industriales tb  les cabe la  frase  de Clemenceau, pues  de acuerdo a la coyuntura pasan de productores a importadores, ya los vimos como los textiles en la epoca del menemismo  cerraban sus fabrica, despedian a los trabajadores y  alquilaban  salas  de cine como depositos para los productos importados. tambien en lo politico tienen el mismo coportamiento tal es el caso de Mendiguren.

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