“La vida triunfa sobre la muerte, La patria sobre la antipatria” No es casual la decisión de Nk a partir de su asunción como presidente declarando museo histórico al edificio de la ESMA, cuando la intención de C. Menem fue de demolerlo y declararlo “el espacio de reconciliación de los argentinos” en el año 1998. Una nación se sostiene con sus propias piernas cuando puede hacer justicia plena sobre las ignominias del pasado, esto es avanzar sobre los grupos que manteniéndose en un segundo plano han hecho todo tipo de fechorías para mantener sus intereses economicos, bien lo señalo Juan Cabandie diciendo que los sobrevivientes de los 70 son los de Ledesma, Ford, Mercedes Benz, Techint etc. Son los mismos, con distinto rostro, que hasta el día de hoy se resisten a perder a ceder su poder económico, aliados a los mismos intereses extranjeros que indujeron aquel golpe el 24 de marzo de 1976 Debemos tener presente que tras el derrocamiento del Gral. Perón se intento por todos los medios la proscripción de su movimiento, el 20 de noviembre 1955, por medio de un decreto de la “Revolución Libertadora” era disuelto el Partido Peronista, prohibida su marcha y confiscados sus locales. No lo consiguieron, tras 18 años de exilio, el l 17 de noviembre de 1972 el General vuelve. La resistencia del movimiento obrero los acontecimientos de córdoba y el periodo de gobierno popular, desde 25 de mayo de 1973 al 24 de marzo de 2976, demostrando que movimiento nacional seguía vivo despertó la ira irracional de los grupos de poder antinacionales desatando la noche mas oscura de nuestra historia reciente. Siguiendo los pasos de golpe pinochetista acaecido el de 1973 en donde el desaparecido Friedrich von Hayek consejero de Margared Thacher y Ronald Reagan preguntado sobre la factibilidad – respecto a las medidas económicas- de que el golpe en la argentina seguiría los mismos pasos que Chile respondió, si los militares argentinos “se ponen la pilas” tal vez… Se iniciaba así el cono de sombra que envolvería a América latina en un retroceso sin antecedentes, “para acabar con el Peronismo tenemos que terminar con el movimiento obrero” había señalado en consonancia Martínez de Hoz comenzando así el desguace del estado nacional. Una vez cumplida sus tareas tras los crímenes cometidos por la dictadura, esta ya no era sostenible, es así como el establishment comienza a quitarle la alfombra de los pies a quienes habían hecho la tarea sucia para implementar la política que dictaba el “dictat” del capitalismo mundial. Era hora de darle una salida democrática, ciclo que comienza con la misión de inspección a la Argentina que realizó la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la OEA en 1979. Luego de la vuelta de la democracia a partir de 1983, la política económica sigue en las mismas manos que terminan estrangulando el gobierno de Raúl Alfonsín mediante vaciamiento económico y los saqueos de 1989, debiendo abandonar la presidencia antes de cumplir su mandato. Se abre así el camino a la asunción del menemismo y la inauguración del triste ciclo del neoliberalismo encuadrado en el fin de la historia predestinado por Francis Fukuyama tras la caída del muro del Berlín. Ya conocemos el final de esa década iniciada por el seudo peronismo menemista. Cristina Fernández señalo en la reinauguración del Sitio de la Memoria, en una tarde gris que premonitoriamente, al final de sus palabras el sol dio en su rostro cuando señalaba que “la vida triunfa sobre la muerte la patria sobre la antipatria”, para esto debemos tener bien presente nuestro pasado mediato y reciente para culminar definitivamente la emancipación de los pueblos del sur de Latinoamérica que se han puesto de pie desde comienzo del este siglo XXI.