LA NECESIDAD DE UNA COSMOVISION LATINOAMERICANA

En nuestro país es conocido el naufragio de muchos intelectuales a consecuencia de haber sido víctimas de corrientes de pensamiento ajenas a la realidad latinoamericana, esto les impidió dar un sentido a nuestra historia que se condiga con los interese del pueblo. Conocida es la posición de los centros universitarios respecto del Yrigoyenismo de principios de siglo XX y del peronismo de 1945. Estos naufragios se pagaron muy caros y debemos dilucidarlos de una vez, o seguiremos cometiendo los mismos errores. La formación académica universitaria es eurocéntrica y el sistema parlamentario republicano a semejanza de Europa que tiene su origen en la filosofía griega en donde se generaron los principios que luego serán transmitidos como modelos de las democracias y el ejercicio de la misma. Lo que no dicen es que ese ejercicio democrático griego descansaba sobre las espaldas de miles de esclavos además del sojuzgamiento de otros pueblos.

Hasta el día de hoy se sigue estudiando en nuestras universidades la filosofía antigua y su continuación con la moderna a partir de Descartes que tiene vigencia hasta el presente. Esto que comienza en el siglo XVII dará origen a las categorías que darán una manera de ver las cosas que no tiene que ver con nuestra realidad, así fue como muchos intelectuales fueron arrastrados a un naufragio respecto a los movimientos emancipatorios desde el siglo XVIII hasta nuestros días. Nuestros líderes revolucionarios del XVIII y XIX padecieron esta dependencia cultural, pero muchos llegaron a tener clara la importancia de tener un marco categorial propio, que no esté sujeto a una realidad extraña, la frase de Simón Bolívar es gráfica “nos dominan más por el engaño que por la fuerza”. Reflexión necesaria para comprender el presente y poder dar un sentido a lo nuestro y así proyectar un futuro. Si permanecemos atrapados en el modo de pensamiento moderno eurocéntrico tendremos una mirada equivocada de nuestra realidad, por ejemplo, uno de los preconceptos sobre la razón principal del atraso del sur sostiene que se debe a la falta de desarrollo científico tecnológico, como que esta deficiencia se debiera a la tardía civilización del sur. La verdadera razón es que el sojuzgamiento cultural y económico impidió la realización de nuestra autosuficiencia. Por ej. conocida son las bondades del libremercado que ellos pregonan, mientras protegen su sistema de producción. Otra mentira es atribuir nuestros males a la falta de desarrollo y de tecnología, y no que la falta de esta es consecuencia de la dependencia. Como ya señalé en el párrafo anterior, nos dominan más por el engaño que por la fuerza. La verdad que no dicen es que los descubrimiento y  avances científicos se dieron primero en oriente y luego llegaron a Europa, por ejemplo, todos le adjudicamos el heliocentrismo a Copérnico, pero la verdad es que fue descubierto mucho antes en oriente, los mapas italianos que utilizo Colon tenían su origen en Asia.

Respecto al desarrollo de las tecnologías, no se trata de estar en contra de la misma sino de como se la utiliza, en este tema Franz Hinkelammert desarrolló una crítica a la teoría ortodoxa de la acción racional que no es otra cosa que el desarrollo sin límites de la técnica y las ciencias que no contemplan las consecuencias, solo le interesa el beneficio individual. Comúnmente se dice que el beneficio es para cada uno de los integrantes de la sociedad, pero la cuestión es más compleja, pues con este criterio donde lo que importa es la sociedad en si misma se deja de lado el medio en el cual vive, cuestión que ocasiona un deterioro de la naturaleza con consecuencias que hoy están a la vista de todos.  Frente a esta situación ¿Como se hace para cambiar ese criterio de realidad que está instalado de hace años, mejor dicho siglos, que sostiene la necesidad del desarrollo de las capacidades individuales, que la aptitud y el desempeño personal son las que dan el triunfo al hombre en la vida! Respecto a este tema Franz Hinkelammert desarrollo una crítica sobre la racionalidad moderna a lo que se sumo Enrique Dussel dando inicio a una corriente de pensamiento que recién en estos últimos años está saliendo a la luz.  Como continuadores actuales podemos citar a Ramon Grosfoguel, Katya Colmenares, Rafael B. Segales y Juan José Segales, entre otros. Esta corriente de pensamiento emancipatoria fundada por los pensadores citados, sostiene que la manera de revertir el estado de cosas actual es volver a una cosmovisión que precedía antes de la modernidad, esto no significa dejar de lado la ciencia y la técnica sino como se la utiliza, por eso se habla de una ética del método que en un principio desarrollo Hinkelammert, esta se basa en  la distinción fundamental que se establece entre racionalidad instrumental medio-fin,  a la que le interesan solo los fines  y racionalidad reproductiva de la vida que es la que debe prevalecer, pues esta resulta crucial para el estudio de las consecuencias del actuar humano sobre las condiciones de posibilidad de la vida. Respecto a esto último vemos a diario, por los medios masivos de comunicación que la humanidad “debe tomar conciencia“y frenar la destrucción de la naturaleza. Buscan así responsabilizarnos a todos de esta catástrofe climática y así desligarse de los que son los verdaderos responsables, los países desarrollados del hemisferio norte con su desenfrenado desarrollo tecnológico en beneficio de unos pocos y en detrimento de las mayorías.

Volviendo a la necesidad de tener una cosmovisión, esta se condice con el criterio de tener una racionalidad reproductiva de la vida. Esto es tener desde un punto de vista común que se condice con una cosmovisión que da una armonía entre los miembros que la componen y la naturaleza al respecto Hinkelammert señala: “Las culturas que se han considerado siempre como atrasadas indican hoy el camino que hay que tomar, porque las culturas anteriores no eran tan suicidas como las moderno-occidental …  se ve desde estas culturas mucho más claro que desde las culturas del progreso. Ellas se convierten en muy actuales, tienen plena actualidad, Habitualmente se piensa que hay que disolver la cultura que se considera atrasada, para transformarla en modernidad… yo creo que, al contrario, esas culturas pueden ser hoy la brújula para hacer caminos.” Así volvemos a ese proverbio común “si no sabemos de dónde venimos no sabremos hacia dónde vamos.