sábado, 20 de septiembre de 2025

 

De la imprenta al algoritmo: cómo la comunicación se convirtió en campo de batalla entre el poder del dinero y la voluntad popular

 


El protagonismo que tiene la información es cada vez mayor; esto se debe al avance de la tecno-ciencia. En el siglo pasado recién aparecieron la radio y la televisión, dando un salto cualitativo en la comunicación. En Occidente hicieron trascender que la imprenta la inventó Gutenberg, cosa que es mentira, ya existía desde hacía tiempo en Oriente. Podemos decir que la imprenta de Gutenberg trasciende en Occidente porque hay una motivación económica por detrás: fue la irradiación de una cultura que se nutrió del conocimiento adquirido mediante el robo a las colonias del hemisferio sur.

 

Una de las características del desarrollo del capitalismo desde el comienzo de la modernidad ha sido la apropiación de todo adelanto científico para multiplicar su desarrollo. Esto ha sido exponencial, disolviendo —cuando no destruyendo— todo lo que se le oponía. Así vemos cómo, en nuestra historia, la mayoría de las luchas emancipatorias de los siglos XVIII y XIX no lograron su objetivo, cuestión que aún no está resuelta; por más que se intente ocultar, la historia está viva en la experiencia colectiva de la población.

 

La memoria de los pueblos es la ventaja sobre la tergiversación de la realidad que se intenta a través de la información transmitida por los medios disponibles. Perón ya se había dado cuenta de la importancia de la radio en 1940 y la tomó como herramienta de transformación social. En la Secretaría de Trabajo (1944-45) mandaba mensajes diarios por la Red Argentina de Radiodifusión; descubrió que ese medio le permitía llegar simultáneamente a obreros del interior y a la capital, algo impensable con actos callejeros o la prensa escrita. En la campaña electoral de 1946 utilizó la “radio-parlantes” móvil: durante la campaña instaló altavoces en plazas del interior y transmitía el acto central en cadena; los aplausos y cánticos se replicaban en eco, creando la sensación de una única muchedumbre nacional. Ese dispositivo revalorizó las grabaciones: los discursos cortos podían reemitirse en cualquier horario y repetirse hasta cuatro veces por día.

 

Entre 1946 y 1955 dio casi dos mil discursos. Una vez en la Presidencia se nacionalizaron emisoras, se obligó a las privadas a transmitir en simultáneo y se creó un servicio de “cadena nacional permanente”. Para el Segundo Plan Quinquenal Perón explicó la medida durante cinco días consecutivos; los técnicos guardaron casi dos mil grabaciones que quedaron en archivo.

 

Las funciones políticas de los mensajes grabados permitían planificar la agenda mediática sin depender de la prensa opositora. Uniformaban el mensaje en todo el país, reforzando la idea de “pueblo único” y “líder único”. La repetición creaba ritual: cada nuevo disco o cinta se convertía en acontecimiento nacional que las emisoras comentaban durante horas. En síntesis, Perón no “descubrió” la radio, pero sí fue el primer dirigente argentino que la convirtió en columna vertebral de una estrategia de comunicación permanente; de ahí la profusión de discos, cintas y transmisiones en cadena que caracterizaron sus dos presidencias.

 

Con una mirada retrospectiva se puede decir que los dos primeros gobiernos peronistas tuvieron características uniformes en el sentido de dar un mensaje determinado y tratar de crear una homogeneidad frente al enemigo común al cual se enfrentaban. Tal circunstancia es la que le valió al enemigo decir que el gobierno peronista era dictatorial porque no dejaba expresar a las disidencias. Concepto que es una mentira, pues precisamente el que no permitía expresar los antagonismos era el sistema comunicativo imperialista de ese momento, como lo sigue haciendo en estos días de una manera más refinada y perfeccionada por el avance de la técnica, como ya lo describimos.

 

Este artilugio se sigue utilizando hasta el presente, señalando que lo que importa es la diversidad de oportunidades y la libertad de elegir. Eslogan conocido en este momento. El principio de la libertad de elección es falso porque se parte desde el individuo. Esto da relevancia a sus capacidades por sobre los demás para alcanzar sus metas. Así es como comienza la lucha en la que vence el más fuerte. Es la libre empresa. La libre competencia. Esto da origen al capitalismo moderno europeo que se extiende por todo el hemisferio sur.

 

Los países que fueron protagonistas en la expansión del capitalismo hoy ellos mismos son víctimas de lo que han creado. Ya ha sido señalado en otros artículos: el capitalismo financiero no tiene bandera, está por sobre las naciones y trata de destruir toda entidad que se le oponga.

 

El núcleo de todo esto es el individuo; por tal razón se considera que Descartes es el que da fundamento ideológico a este fenómeno con el “yo pienso, luego existo”, que se debe traducir como “primero yo”. En base a esto, hoy vemos cómo las personas responden a un fin que no es el comunitario sino al propio interés.

 

Trasladándonos al presente, si bien la ciencia y la técnica han logrado avances en la comunicación, también han modificado muchos hábitos y modos de comportamiento. En base a esto se dice que la acción entre los humanos parece haberse modificado; esto es lo que se llama “mundo virtual”, que muchos dicen que es una desconexión con la realidad.

Lo que importa es tener en cuenta cuál es la función que se le da a este avance científico representado gráficamente por los celulares, que se masificaron recién a principios de este siglo. Se estima que en los últimos años se ha logrado una cobertura casi universal de 6 900 millones de suscripciones; llegan donde no hay fibra ni TV. Lograron la multicanalidad: comunicarse por voz, mensaje de texto, redes, videollamadas, e-mail, etc.

 

Lo que intentan imponer es una nueva época a la que llaman con distintos nombres: el tecno-feudalismo, la pos-verdad, etc. Pero lo que no se ha modificado es el propósito primario del imperialismo: el sometimiento de otros pueblos a los intereses del capitalismo eurocéntrico.

 

Frente a todo esto se puede comprender por qué, frente a un enemigo diverso de mil caras, es necesario tener una postura uniforme que momentáneamente supere todas las contradicciones secundarias. La misma táctica que usó el general Perón en el año 1945. Por tal postura monolítica le endilgaron el mote de dictador. En verdad, el que dictaba era el pueblo a través de él.

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