Del colonialismo al Auschwitz: cómo la burguesía europea incubó su propio Hitler y convirtió el genocidio colonial en política de Estado
La influencia de los medios de comunicación es importante por el hecho que son formadores de opinión por lo tanto son los que crean nuestra realidad. Esto trae a colación lo que en el año 2002 el asesor y principal estratega de George Bush manifestó a un conocido periodista inglés: “nosotros construimos la realidad que después ustedes analizan y describen”. La CIA no solo recopila información, sino que crea sucesos o versiones falsas que luego se convierten en “hechos” aceptados por la prensa y la opinión pública. Así actúan como formadores de opinión.
Las personas
generalmente creen que tienen una opinión personal, pero no es así. Esto alimenta
el egocentrismo y la meritocracia. Se habla de la objetividad de las opiniones
y la libertad de elegir. El propósito es deslegitimar las creencias
consensuadas y mantener a las personas aisladas unas de otras.
La libertad
de opinión es una de las trampas más repetidas, este es un latiguillo muy
difundido. El sistema sabe que cuando las convicciones y formas de vivir tienen
como origen la experiencia comunitaria, esta se antepone a los intereses del
capitalismo ante lo cual reacciona rápidamente. Lo primero es desacreditarlo.
Si ya está instalado y tiene un fuerte arraigo en la sociedad su objetivo será
capturarlo y ponerlo a su servicio. Eso ya lo hemos descripto en otros
artículos.
El caso del
“che” Guevara, que Frei Betto teólogo brasilero, describe muy bien en “como
cooptar un símbolo”. Si hacemos un poco de historia podemos ver como el tema
religioso ha sido manipulado para beneficiar intereses que se contraponen al
interés general. Si nos retrotraemos al surgimiento del protestantismo podemos
decir que este comenzó con la crisis de la edad media que dio origen al surgimiento
de un nuevo poder económico. La burguesía naciente en esa crisis —con su
énfasis en el desarrollo individual, la propiedad privada y la autonomía moral—,
es la protagonista. Podemos decir que el nuevo poder económico naciente se
apropió del protestantismo como arma ideológica en los siglos XVI-XVII para
derrotar a la centralidad del sistema feudal de la cristiandad. La Iglesia
Católica era el mayor terrateniente feudal, cobraba diezmos y tasas; la
burguesía vio en la Reforma una vía para debilitar ese poder. Acompañaron esto
la doctrina de la justificación por la fe (Lutero) y la vocación personal
(Calvino) que legitimaban el éxito económico como signo de gracia. Esto se
montó sobre las reivindicaciones de la nueva clase social ascendente, comerciantes,
banqueros y artesanos urbanos que pedían libertad de comercio, acceso a tierras
y control sobre sus ganancias.
En
síntesis, la burguesía apropio de la religión protestante para confiscar bienes
de la Iglesia católica apostólica romana y centralizar el Estado; a cambio,
obtuvieron protección jurídica y mercados ampliados. Constituyendo así el nuevo
poder económico que regirá por siglos. Luego vendrá la guerra de los treinta
años (1618-1648) que, a su fin, con la paz de westfalia se constituyen los
estados nacionales de Europa, que hoy son Francia, Suecia, España, Dinamarca y
Prusia.
Así vemos
como la ideología y las convicciones políticas son utilizadas por el poder político-religioso
primero contra el feudalismo eclesiástico y luego contra los campesinos que en
un principio fueron el motor de la protesta contra el feudalismo religioso. Así
se legitimaba el individualismo, el lucro y la propiedad privada, esto último ha
perdurado hasta nuestros días.
Lo que
sucedió con la llegada de los españoles a américa es más conocido. El
catolicismo fue un arma de conquista en Latinoamérica, desnaturalizando
totalmente la practica cristiana originaria previa a ser cooptado por roma como
una religión de arma de conquista. Tal es la frase conocida de Constantino “si
no puedes vencer a tu enemigo únete a él” en el siglo III.
Así vemos
como la religión manipulada ha cumplido un rol inseparable del modo de
producción. Podemos arriesgar a decir que la religión o mito es inseparable del
modo de vivir. Este es manipulado para adecuarlo al modo de desarrollo moderno
capitalista.
Con el
desarrollo de la ciencia y la técnica hoy se han multiplicado y perfeccionado
los métodos de difusión y manipulación. Entre las más conocidas tenemos a (OSF) Open Society Foundations que
representa a George Soros, creada por él en 1993 y actualmente presidida por su
hijo Alex Soros. En 2007, Nicolás
Guilhot (investigador asociado del Centro Nacional para la Investigación Científica de Francia) escribió que esta fundación, OSF, sirve para perpetuar
instituciones que refuerzan el orden social capitalista existente, como antes hicieron la Fundación Ford y la Fundación
Rockefeller.
Argumenta que el control de las ciencias sociales por parte de intereses económicos,
las separa de los intereses del pueblo para darles una visión neoliberal.
Las dos
guerras mundiales del siglo pasado fueron por razones económicos: rivalidades
por mercados, materias primas, deudas y modelos de desarrollo.
El poder
económico se interpone por cualquier medio, el siglo XX da testimonio de ello. La primera Guerra Mundial (1914-1918) fue por
una competencia colonial entre Reino Unido y Francia que controlaban grandes
mercados y Alemania quería “un lugar al sol”; Alemania creía que la guerra era
la única vía para romper el cerco diplomático-financiero. La segunda Guerra
Mundial (1939-1945), primero sucede la gran depresión (1929): caída del
comercio, quiebra bancaria, 30 % de desempleo en Alemania tratado de Versalles,
en donde hicieron cargo Alemania de todos los gastos de la guerra, esto creo un
caldo de cultivo para nazis que prometían la recuperación económica
Este revisionismo no
es un ejercicio de rememorar los hechos del pasado, sino ver que la historia está
viva. La sabiduría de los pueblos originarios sostiene que el futuro está en
nuestro pasado. No en el sentido de que vamos a repetir el mismo, sino que la
experiencia vivida nos da una sabiduría para actuar en el presente, justamente
contra esto lo que trata continuamente de destruir el sistema capitalista
expansivo de la modernidad.
Volviendo al punto de las razones de las
guerras mundiales, más precisamente de la segunda guerra, Aimé Césaire un intelectual
dominicano que fue maestro de Frank fanón dijo al respecto al fenómeno del
nazismo en Alemania, el mismo fue la manera metódica con la cual occidente
expoliaba a los pueblos del sur. Lo sorprendente fue que Hitler lo aplicó sobre
los mismos pueblos europeos, esto despertó el horror y el desconcierto en la
sociedad. Así Césaire señala que el nazismo no fue un hecho aislado, fue el
modo metódico que durante siglos la Europa moderna ejecuto sobre sus colonias
para someterlas y extraerles sus materias primas y sus conocimientos
ancestrales que luego patentarían ellos y lo difundirían como propios, así como
hicieron siglos antes con el acero de oriente los ingleses, los alemanes con la
imprenta de también de oriente, los viajes colonizadores expedicionarios de Europa
con los mapas de origen también de oriente.
Aimé Césaire señalo
que el fascismo alemán fue una réplica exacta del colonialismo, solo que ahora aplicado
al hombre blanco europeo.
Lo que no le perdonan
a Hitler no es el crimen contra el hombre, sino el crimen contra el hombre
blanco. Haber aplicado en Europa procedimientos colonialistas que hasta
entonces solo se conocían en Argelia, la India y África.
Los genocidios, los campos
de concentración, el racismo científico, la tortura y el trabajo forzado ya
habían sido norma en las colonias durante siglos. Solo que ahora volcada sobre
los europeos.
Europa ya incubaba su
propio Hitler. Al final del capitalismo … está Hitler. Al final de la
modernidad está el fascismo.
La violencia colonial
había civilizado al europeo y le había inyectado la mentalidad del progresista
civilizador.
Césaire no habla de un monstruo aislado, sino de un Hitler dentro de cada humanista y burgués europeo, hoy diríamos de cada libertario, emprendedor, autosuficiente, que promueve la autosuficiencia a cualquier costo.
La indignación europea es hipócrita. Se horrorizó con Auschwitz, pero toleró el genocidio africano, asiático o caribeño durante siglos; el escándalo no fue la barbarie, sino que se aplicara al blanco. Y hoy los gobiernos europeos miran para otro lado frente al genocidio en Gaza.
Césaire con su denuncia rompe con la idea de que Auschwitz fue un “accidente”, con la banalidad del mal señalada por Ana Arenndt. Sino que el colonialismo es la matriz original del racismo y del genocidio moderno.
#FormadoresDeOpinion #EgocentrismoMeritocraia #FreiBetto #DifucionManipulacion #AimeCesaire #ColonialismoRacismo


1 comentario:
Muy buen trabajo Abuelo!!!
Publicar un comentario