martes, 23 de septiembre de 2008

POESIA ROBADA

Quiero saber quién eres

cuánto ganas, en qué taller trabajas,

en qué mina,

en qué farmacia,

saber cómo te llamas,

buscándote

en todo,

ando, nado, navego,

hasta encontrarte,

y entonces te pregunto

cómo te llamas,

calle y número,

para que tú recibas mis cartas,

para que yo te diga

quién soy y cuánto gano,

dónde vivo,

y cómo era mi padre.

Ves tú qué simple soy,

qué simple eres,

no se trata

de nada complicado.

Yo trabajo contigo,

tú vives, vas y vienes

de un lado a otro,

es muy sencillo,

eres la vida,

eres tan transparente

como el agua,

y así soy yo,

mi obligación es ésa:

ser transparente,

cada día

me educo,

cada día me peino

pensando como piensas,

y ando

como tú andas,

como como tú comes,

tengo en mis brazos

a mi amor

como a tu novia tú,

y entonces

cuando esto

está probado,

cuando somos iguales,

escribo,

escribo con tu vida

y con la mía,

con tu amor y los míos,

con todos tus dolores

y entonces

ya somos diferentes

porque, mi mano

en tu hombro,

como viejos amigos

te digo en las orejas:

no sufras,

ya llega el día,

ven, ven conmigo,

ven con todos

los que a ti se parecen,

los más sencillos.

Ven, no sufras,

ven conmigo,

porque aunque

no lo sepas,

eso yo sí lo sé:

yo sé hacia dónde vamos,

y es ésta la palabra:

no sufras

porque ganaremos,

ganaremos nosotros,

los más sencillos

ganaremos,

aunque tú no lo creas,

ganaremos.

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